jueves, 8 de mayo de 2008

El ciclón Nargis azota Birmania


El paso del ciclón Nargis por la Antigua Birmania, hoy Myanmar, ha dejado un trágico rastro de muerte y destrucción. Los muertos y desaparecidos se cuentan por miles y por decenas de miles los que se han quedado sin casa tras la sacudida de un fenómeno que arrasó algunas zonas del país con fuertes lluvias y vientos de hasta 240 kilómetros por hora.
El saldo mortal podría llegar a más de 100.000 personas sobre todo en las dos divisiones más afectadas, Irrawaddy y Yangon, ambas cercanas al delta del río Irrawaddy, así lo ha confirmado el ministro birmano de Asuntos Exteriores, Nyan Win. Oficialmente los muertos ascienden a 22.980, los desaparecidos son 42.119 y los heridos 1.383.


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Dada la dimensión de la catástrofe, la Junta birmana ha aceptado la ayuda humanitaria de la ONU. Responsables del Programa Mundial de Alimentos se reunieron este lunes en Yangon con miembros del Gobierno y han obtenido una "prudente luz verde" para enviar ayuda y personal. La acción de los trabajadores de agencias humanitarias está muy limitada en Myanmar, ya que desde 2006, la Junta exige permisos de viaje y otros trámites para el personal humanitario, al tiempo que limitó el transporte de suministros y otros materiales. Por este motivo la ayuda humanitaria está llegando a cuentagotas, cinco días después del paso del ciclón, y esta mañana la Junta también ha aceptado la ayuda de EE.UU.
Singapur, Tailandia, India y otros países de la región y de los demás continentes han ofrecido su solidaridad a los birmanos.

Las agencias humanitarias y ONGs han informado que cientos de miles de personas se han quedado sin techo bajo el que refugiarse y sin agua potable y otros servicios. Por lo tanto, doble golpe para los birmanos. Ya que el delta de Irrawaddy es el centro de la producción arrocera del país. A consecuencia de ello, los precios de los alimentos y el combustible se han disparado en Yangon.
El Gobierno ha declarado el estado de emergencia. "Varios cientos de miles de personas necesitan alojamiento y agua potable para beber", ha declarado Richard Horsey, de la Oficina Coordinadora de Asuntos Humanitarios de la ONU en Bangkok.

Las ONG españolas han tenido una respuesta inmediata ante el terrible suceso, a pesar de las dificultades de acceso, la interrupción de las comunicaciones, la falta de luz y el aislamiento de los distritos que limitan la ayuda.
Acción Contra el Hambre afirma que la devastación de Irrawady, en el sur, conocido como el granero del país, pone en serio riesgo la seguridad alimentaria de los birmanos en los próximos meses.
Además, cinco equipos de UNICEF especializados en emergencias ya están realizando el diagnóstico preliminar de los daños ocasionados. La agencia trabaja desde el domingo con sus aliados y con el gobierno para facilitar el acceso al agua potable, a un saneamiento seguro y a unas condiciones de higiene que impidan la proliferación de enfermedades. De momento, el comité español de la agencia ha enviado una ayuda inicial de 100.000 euros.

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