jueves, 24 de abril de 2008

Reality Shows: La invasión a la intimidad

Fama a bailar, Factor X, Tienes talento, Gran Hermano, Supermodelo… ¿quién no ha visto o simplemente no ha oído hablar de ellos?

Desde hace algunos años, los Reality Shows invaden nuestras pantallas en sus diferentes formatos y se han convertido en uno de los géneros más atrayentes para los espectadores. Decenas de productoras ya tienen realizado un programa de este tipo con la certeza de que esto les asegurará el éxito aunque sea momentáneamente. La pregunta es, el porqué de este éxito. Si se trata de la curiosidad de la gente o la necesidad de indagar en la vida del otro, el puro chismorreo. Lo cierto es que tienen una gran aceptación por parte de la opinión pública.

Esta tendencia cada vez más pronunciada de relevar lo más íntimo del ser humano, no la encontramos ya en telenovelas, en talks shows…esto no es suficiente y por lo tanto, en busca de lo diferente y atrayente, los mass media juegan una batalla en la que se encuentran en juego la persona humana y su intimidad. Los participantes son cuidadosamente seleccionados en los castings previos, ya que esta selección es la que determina el éxito del programa. Lo importante es que tengan “algo” que llame la atención, no importa lo que sea y estén dispuestos a “desnudar su vida”.
Así pues, los reality evidencian que la intimidad es un derecho en crisis, algo que puede ser objeto de comercio y discusión pública. Además, todos ellos pueden seguirse a través de televisión de pago las 24 horas del día, así como consultarse por Internet, en móviles e incluso en revistas de moda.

La clave de estas realidades televisivas es hacer participar al público, es el “vota para que se vaya tal”, “envía un mensaje con tu favorito…” La edición de imágenes en los resúmenes diarios es otra forma de manejar a la opinión pública. Muestran lo peor, sólo de aquellos que la dirección del programa desea, y así garantizarse la salida de aquellos que de algún modo “molestan” en el programa. La producción controla cada detalle de su desarrollo, incluso cuando los participantes deben tener sexo o no, pueden hablar entre ellos, organizarse en grupos, hacer alianzas…

En conclusión, los Reality Shows continuarán su expansión en un mundo hastiado que busca cada vez nuevas y no siempre mejores) formas de entretenimiento. La televisión es una industria, y depende de nuestro consumo el éxito o fracaso de estas formas de exposición de la intimidad. Verlo como un simple entretenimiento es una opción, sin embargo, analizando profundamente es una forma de entretenimiento cada vez más denigrante. Por lo tanto, debemos cuestionarnos si es este tipo de televisión el que queremos.

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